Ejercicio físico en personas con cáncer: “Realidad y necesidades sobre el ejercicio físico oncológico en pacientes con cáncer de mama”

Asistimos a esta jornada, cuya información es extensible a todos los pacientes con cáncer y con otras enfermedades.

Ejercicio físico en pacientes con cáncer de mama

El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) impartió el 6 de noviembre de 2017, en el marco de las actividades de la Semana de la Ciencia de Madrid, la jornada “Realidad y necesidades sobre el ejercicio físico oncológico en pacientes con cáncer de mama”.

En la organización también colaboraron la Asociación Española de Linfedema (AEL), la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) y las Universidades Rey Juan Carlos y Europea de Madrid.

El evento consistió en cuatro ponencias breves (30 minutos) y una mesa redonda (60 minutos) con el objetivo de subrayar los beneficios que la actividad física aporta a las pacientes con cáncer de mama. El ejercicio físico además de mejorar la calidad de vida de estas mujeres también ayuda a reducir los efectos adversos de los tratamientos y a su recuperación; e incluso a evitar la recaída.

La Dra. Margarita Pérez (Catedrática de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Europea de Madrid) explicó qué es el ejercicio físico oncológico.

La Dra. Eva Carrasco (Directora Científica de GEICAM) presentó datos sobre la investigación en el ámbito del ejercicio físico oncológico en el cáncer de mama.

La Dra. Sara López-Tarruella (oncóloga médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid) perfiló los aspectos de interés respecto al contexto global del paciente con cáncer de mama.

La fisioterapeuta Ana Isabel Pérez (profesora de la Universidad Europea de Madrid y miembro de la AEL) centró su ponencia en el manejo de la recuperación funcional del brazo en las pacientes con cáncer de mama. Tras la cirugía, especialmente si se extirpan ganglios de la axila, pueden producirse linfedema (hinchazón en el brazo por acumulación de líquidos debido a insuficiente drenaje linfático) así como limitaciones en la movilidad del hombro y brazo. Estos efectos secundarios se pueden evitar o resolver o disminuir con ejercicios y vendajes específicos.

El Dr. Miguel Martín (oncólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y presidente de GEICAM) moderó la mesa redonda, que se centró en la multidisciplinariedad requerida para aplicar correctamente el ejercicio físico en las mujeres con cáncer de mama. Además de las cuatro profesionales que habían presentado ponencias, también participaron D. Fernando del Villar (Director Académico del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Rey Juan Carlos) y Elvira (paciente de cáncer de mama y miembro de la Fundación “La Vida en Rosa”).

A los asistentes se les entregó la infografía ¿Qué es el ejercicio físico oncológico?, que ha publicado GEICAM. El ejercicio físico oncológico se define como un ejercicio pautado y controlado por un profesional, que se realiza para reducir o prevenir los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos de forma individualizada y que, por sus efectos globales en el organismo, mejora la salud, la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes.

Efectivamente, los ejercicios físicos siempre tienen que pautarse y supervisarse por profesionales especializados, deben adaptarse a cada individuo y también se irán modificando (tipo de ejercicio e intensidad) según las etapas en su estado de salud y forma física.

Se han realizado estudios clínicos que han permitido una demostración científica de diversos beneficios aportados por el ejercicio físico oncológico, como son fortalecer el sistema inmunitario (defensas del cuerpo), mejorar la calidad de vida, aumentar la supervivencia, ayudar en el funcionamiento del corazón, recuperar un peso saludable y disminuir la fatiga.

Una cifra muy importante es que se estima que un tercio de los tumores malignos podrían prevenirse con hábitos de vida saludables (alimentación equilibrada y ejercicio físico moderado).

Finalmente, destacamos unas palabras de Elvira, paciente de cáncer de mama, que contó que había realizado pruebas de esfuerzo para participar en ejercicios especiales de grupo, animando a todas las pacientes a realizarlos puesto que se pueden llevar a cabo sin ningún gasto y que a ella le han mejorado su vida muy significativamente. Además, no había presentado linfedema y la movilidad de su hombro y brazo era total (como demostró con amplios movimientos, separando y levantando el brazo, mientras lo explicaba) a pesar de haberle extirpado bastantes ganglios linfáticos de la axila.

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