El pasado 1 de febrero de 2012 acudí como cada año a mi revisión ginecológica de rutina. Ese día mi ginecóloga me diagnosticó un teratoma, pero no debía preocuparme por eso.
El pasado 25 de junio de 2012 me realizaron una laparoscopia para extirpar el teratoma, pasaron casi cinco meses hasta la operación, porque, como dos ginecólogas dijeron, el tumor «era benigno».
Pero cuatro días después me llamaron a consulta para comunicarme que el «teratoma» no era tal, sino cáncer de ovario y que había que actuar. ¡Qué os voy a contar de esos días…! Pruebas, otra intervención quirúrgica, nervios, lloros, pero lo peor para mí fue la espera de resultados.
Una vez operada llegaron los ciclos de quimioterapia. Me enfrentaba a algo desconocido, porque por suerte, entre mi familia y amigos no había habido ningún caso de cáncer, pero por lo que las personas me comentaban sobre la quimio, me esperaba lo peor. Nada más lejos, me fue genial, ni un vómito, ni falta de apetito…eso sí caída del cabello, cejas, un poco de cansancio pero muy poco para lo que esperaba que fuese.
Ahora me encuentro con 33 años, sin hijos, menopáusica y sin posibilidad de tenerlos de forma biológica, pero también hoy 4 de febrero de 2013 (Día mundial contra el cáncer) mi oncóloga me acaba de dar una de las mejores noticias posibles: «A día de hoy todas las pruebas han salido bien, y tienes una larga autopista delante de ti para recorrerla».
Se me ha ofrecido la posibilidad de participar en un estudio y cómo negarse. Todo lo que sea para la investigación, y si en algo puede ayudar a las que vengan detrás (que esperemos cada vez sean menos), mejor que mejor.
Hablar también de lo positivo es fundamental: apoyo incondicional tanto de mi familia (que han mostrado en todo momento una fortaleza increíble), pareja y amigos.
Haber encontrado esta asociación me ha aportado tanto, porque al principio sólo encontraba cosas negativas en Internet, hasta que os encontré y leí el testimonio de Soledad Bolea…no sabéis el empujón de ánimo que me dio.
¡Seguid así! Hacéis una labor encomiable. Ojalá os hubiese visto antes, hubiese conocido los síntomas (porque al mirar atrás, me doy cuenta que algunos de ellos los tenía, pero claro, no los reconocía).
Y sobre todo, acudid a revisiones periódicas, gracias a una de ellas me lo detectaron en una fase IC. No quiero ni pensar qué hubiese pasado si no hubiese ido.
ASACO, espero conoceros algún día, al no ser de Madrid, me resultará un poco más difícil pero no imposible…y seguiré visitando vuestra página, dais información que a mí personalmente, me ha resultado útil.