ASOCIACIÓN DE AFECTADAS POR CÁNCER DE OVARIO Y GINECOLÓGICO

Mi nombre es Alejandra Petersen. Soy chilena. Me detectaron cáncer ovárico el 05 de mayo del 2013. A los 38 años. A los diez días ya estaba operada donde me extirparon ambos ovarios, útero, parte del intestino ya que estaba en etapa III C.

¿Qué les puedo decir? Sentí que el mundo se me venía abajo con un hijo de 9 años de edad y siendo madre y padre a la vez. Cada caricia, abrazo,… sus inocentes dibujos que colocaba alrededor de mi dormitorio como “fuerza mamá”, “todo está bien” “mis amigos y yo estamos ayudándote a matar esas células malas” “te quiero”, me daban fuerzas para salir adelante y no decaer.

Los primeros meses fueron muy complicados ya que el miedo se apoderó de mí, pero comencé con terapias reiki y luego tomé un curso de Flores de Bach. También he tenido tiempo de leer mucho, lecturas que me han permitido revitalizarme frente al tratamiento de quimioterapia.

Sin duda, el Cáncer marcó mi vida sintiéndome hoy una mujer más fuerte, luchadora y con una mirada integral de la vida que no conocía y, sobre todo, con un propósito claro que pretendo dejar a futuras generaciones. Dejé de ser una mujer “trabajólica”, llena de miedos, incapaz de fijar límites a nivel personal y profesional. Hoy me permito dedicar tiempo a la meditación, hacer yoga y por sobre todo tener mucha más calidad de vida para compartir y fortalecer a mi hijo, me río más y pongo límites en mi trabajo y vida personal.

En términos del Cáncer Ovárico, luego de un tiempo de terminado el tratamiento, el CA 125 comenzó lentamente a subir y solicité a mi oncólogo la orden de atención para realizar un PET SCAN, para gran sorpresa aparecieron unos implantes en la zona peritoneal. Sin más, tuve que volver a unas sesiones de quimioterapia y este 23/04/2015 una nueva operación para extirpar y terminar con el proceso de quimioterapia el que retomaré este mayo 2015.

A pesar de esto, hoy me siento feliz con muchas energías para enfrentar “esta malecilla” mirándola a los ojos que no ganará. Como he explicado a mi hijo, quien ya es un mini lolo de casi 12 años.

Me gustaría recomendarles algunos libros que yo tengo de cabecera, Tú puedes sanar tu cuerpo de Louise Hay, Mis recetas anticáncer de la Doctora Odile Fernández, este último me ha ayudado a cambiar mis hábitos alimenticios y el de mi familia.

Finalmente, quiero agradecer inmensamente a mi hijo Benjamín Petersen por su fuerza y amor infinito, a mi madre quien siempre ha estado ayudándome sobre todo en los momentos difíciles de las quimios, a mi padre y a mi hermana Lorena, a Tio Nino y nuestras conversaciones a diario de la vida, familia, amigos, a las redes de apoyo y equipo médico oncológico de la clínica Santa María en Chile donde siempre me he sentido en familia; a mi doctor Cristian Carvallo y psicólogo Raúl Carvajal, quienes me mantienen con la mirada positiva y guerrera frente a esta enfermedad.

Alguna vez una persona me escribió en Facebook y cuando vivo momentos difíciles lo leo y verdaderamente me tranquiliza:
“…aunque la higuera no florezca, ni la vid dé frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales…, con todo, yo me alegraré en el Señor”.

Gracias y saludos desde Chile.