ASOCIACIÓN DE AFECTADAS POR CÁNCER DE OVARIO Y GINECOLÓGICO

Tu rival nunca había perdido ni un sólo combate. Siempre ganaba a sus contrincantes, por infinita superioridad, pero ella no pensaba que tú “salmantina de pura cepa”, de doce asaltos, ibas a ganar once. ¡Qué ingenua! No sabía con quién se estaba enfrentando. Cuando parecía que ya te tenía contra las cuerdas, sacabas fuerzas de donde tú sólo sabes y resurgías de nuevo, así durante once asaltos. Nunca tiraste la toalla, pero en el último de ellos, tu oponente demostró que ella nunca pierde. Seguro que has sido una de sus rivales más difíciles, porque has sido fuerte como esas encinas y esos toros que da nuestra amada tierra charra, y a la vez has sido discreta y sutil, para que los que te rodeaban no percibieran tu estado, sonreías como si nada pasase. Nos has dado a todos una lección magistral de valentía y fuerza interior. ¡Ojalá hayamos aprendido de ti una pequeña parte de todo ello! Y no pienses que ya no puedo verte, al cerrar mis ojos puedo hacerlo, puedo incluso escuchar tu voz, porque mientras alguien está presente en nuestros pensamientos, siempre nos acompañará.

Un beso muy grande María Jesús.