ENTREVISTA A MARÍA GATO -Estudiante de doctorado en el centro de investigación biomédica, Navarrabiomed – Fundación Miguel Servet-
En primer lugar, nos gustaría felicitarle a usted y su equipo por el reciente hallazgo en el que han identificado cómo funcionan las células que ayudan al cáncer a progresar y a metastatizar. ¿Nos podría explicar en detalle en qué ha consistido su investigación?
Muchísimas gracias por las felicitaciones. El tema de investigación es parte de mi tesis y tiene una gran importancia en la línea de investigación frente al cáncer que desarrollamos en el Grupo de Inmunomodulación de Navarrabiomed–Fundación Miguel Servet.
Las células mieloides supresoras son células de nuestro cuerpo que en vez de luchar contra el tumor, inhiben al sistema inmunitario (nuestras defensas) en su lucha frente al cáncer. Además interfieren y evitan que muchos tratamientos de quimioterapia y radioterapia funcionen adecuadamente. Todo ello hace que el tumor progrese y pueda metastatizar más fácilmente.
Nuestro grupo ha desarrollado un sistema de producción de éstas células muy eficiente y económico. Podemos producirlas en grandes cantidades in vitro, y en muy poco tiempo. Gracias a ello hemos sido capaces de estudiarlas en profundidad y analizarlas mediante técnicas muy avanzadas. En concreto, hemos realizado un estudio detallado de proteómica mediante al cual hemos averiguado de qué se componen las células mieloides y cómo funcionan. Os preguntaréis qué hemos descubierto a partir de esos datos que no se conocían antes…pues bien, hemos identificado unas proteínas llamadas quinasas que se producen en éstas células y que controlan sus actividades. Ahora nuestro trabajo se centra en estudiar estas quinasas y desarrollar terapias para inhibir la función de estas células o bien eliminarlas directamente.
¿Servirá este descubrimiento para empezar a aplicar nuevos tratamientos frente al cáncer?
Servirá para probar en clínica medicamentos que ya actúan sobre estas quinasas, o para que los grupos de investigación desarrollen nuevos medicamentos contra estas quinasas. Algunos de estos medicamentos se están aplicando en ensayos clínicos. Por nuestra parte, estamos desarrollando tratamientos que ataquen estas quinasas para eliminar las células mieloides supresoras del organismo. Estos estudios proporcionarán nuevas dianas terapéuticas para así mejorar y potenciar la capacidad del sistema inmunológico en su lucha frente al cáncer. De todos modos hay que resaltar que nosotros estamos todavía en fases preclínicas del desarrollo de estos nuevos tratamientos.
¿Puede ayudar y contribuir a frenar la metástasis?
Se ha demostrado en investigaciones realizadas por grupos líderes en el campo de las células mieloides supresoras que además de la actividad inmunosupresora, estas células influyen en la progresión tumoral de varias formas. Están directamente implicadas en promover la metástasis participando en la formación de nichos premetastásicos, en promover la angiogénesis y la invasión de las células tumorales. Por lo tanto, los tratamientos que puedan eliminar las células mieloides supresoras podrían contribuir al freno de la metástasis.
¿Qué puede suponer este logro de cara a futuros estudios?
Nuestro descubrimiento del proteoma de estas células y las nuevas rutas metabólicas implicadas en la actuación de las mismas, ha supuesto para nosotros un empuje significativo en nuestro desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento anticancerígeno. Por nuestra parte, estamos ensayando tratamientos de tumores a nivel de experimentación animal. A medio plazo, comenzaremos a realizar pruebas in vitro con células humanas para comprobar los tratamientos desarrollados en los modelos de experimentación. El artículo ha sido publicado en la revista de referencia a nivel internacional de acceso libre Oncotarget, además hemos presentado la investigación en un congreso internacional de proteómica y tenemos planeado difundir nuestros avances en futuros congresos y publicaciones.
Esta difusión es necesaria para que existan colaboraciones entre grupos de investigación para así compartir conocimiento y acelerar la obtención de resultados. Este estudio ha desvelado a la comunidad biomédica internacional puntos clave para desarrollar tratamientos inmunoterápicos eficaces.
Como usted sabe, ASACO está centrado en hacer frente al cáncer de ovario. ¿Tienen previsto realizar algún estudio específico que aborde el cáncer de ovario o los cánceres ginecológicos?
Nuestro tema de estudio son las células mieloides supresoras, que “afortundamente” son comunes a todos los tipos de tumores incluyendo cáncer de ovario. En un principio nos hemos centrado en melanoma como modelo de trabajo, pero estamos comenzando a trabajar con otros tipos de cánceres como colon, mama, pulmón o páncreas. Cuanto más difundamos nuestra investigación y podamos aplicarla a distintos tipos de tumores, más avanzaremos.
Pero como sabéis, el factor limitante es la obtención de subvenciones y proyectos de investigación para poder avanzar en las investigaciones. Nuestra idea es buscar financiación e incorporar personal que pueda trabajar ampliando nuestro espectro de tipos de tumores. Por ejemplo, la Fundación Sandra Ibarra nos concedió financiación adicional para investigar en cáncer de mama, y a través de la plataforma Precipita hemos conseguido financiación para trabajar en otros tipos de cáncer. Actualmente hemos realizado colaboraciones con el grupo de epigenética del cáncer dirigido por el Dr. David Guerrero, también de Navarrabiomed, trabajando en cánceres ginecológicos.
¿Cómo valoraría la investigación frente al cáncer en España? ¿Qué pediría a las instituciones?
Bueno, creo que ya he respondido en parte en la anterior respuesta…Sinceramente, creo que realmente ha habido un pequeño auge en la investigación frente al cáncer en comparación con otras enfermedades. Pero el trabajo de laboratorio es muy sacrificado.
Hoy en día el problema en España es la “falta de manos” para trabajar. Muchos proyectos proporcionan dinero para material pero muy pocos lo hacen para personal, ese es el caso de nuestro grupo de investigación. Realizamos entre muy pocos el trabajo de muchos, y eso nos limita a la hora de avanzar en nuestra investigación y poder comenzar a evaluar los resultados en análisis clínicos, ya más focalizados en terapias aplicables a pacientes con cáncer. En este sentido, sería oportuno recuperar de muchas de las becas de doctorado que se recortaron durante la crisis. Eso beneficiaría a los laboratorios que disponen de fondos para investigar, pero tienen falta de personal.
Adjuntamos el enlace a la noticia entera y oficial que publicamos en la web de la Fundación