Entrevista a ESTÍBALIZ GALARZA, hija y hermana de dos luchadoras

 

Estíbaliz Galarza – 34 años- es hija y hermana de dos mujeres, luchadoras, que finalmente no pudieron vencer al cáncer de ovario. El pasado día 10 de junio, en el XIV Congreso Nacional de la Asociación Española de Estudios para la Menopausia, ofreció su testimonio titulado “Tipos de cáncer ginecológico y menopausia inducida”.

 

En primer lugar, Estíbaliz, ¿cómo te encuentras? ¿Cuál es tu estado actual de salud?

R: Hola!!!, mi estado actual de salud es bastante bueno, he de decir que he cogido peso pero realmente no me he cuidado en la alimentación tal y como debería hacerlo, salgo a caminar pero no bajo mi consumo calórico….pero….por el resto estupendo!!!

Tanto tu madre como tu hermana fallecieron como consecuencia del “asesino silencioso”. ¿Fue esta realidad la que te llevó a hacerte pruebas por si existía alguna alteración en tus genes?

R: En realidad, cuando mi madre falleció yo me obsesioné muchísimo con el tema y los médicos me decían que no había una evidencia de que pudiera ser genético y que por lo tanto no tenía que obsesionarme con tantas revisiones y tantas visitas a urgencias por cualquier síntoma que, para mí, era asociado.

Poco a poco fue pasando el tiempo y yo continué con mis dos revisiones privadas al año y martirizando a mis hermanas para que ellas también se revisaran, llegó septiembre de 2011 y consigo que mi hermana mayor que era muy reacia pruebas médicas venga conmigo a hacerse revisión y analítica con marcadores (CA125), en ese momento todo estuvo correcto, en su sitio y si nada que pudiese alarmarnos. A los 3 meses mi hermana tenía un cáncer seroso de ovario en estadio IV y ahí fue cuando nos hablaron de la posibilidad de la relación con el caso de mi madre.

Efectivamente era un BRCA1 y fue en esos momentos cuando nos hicieron las pruebas a todos los miembros directos de la familia.

Los resultados confirmaron que tenías una mutación en gen BRCA, ante lo que te sometiste a una ooforectomía bilateral profiláctica. ¿Nos podrías explicar en qué consiste?

R: Realmente me someto a una salpingooforectomía bilateral profiláctica, es decir que me quitan ovarios y trompas de Falopio.

En realidad, lo viví como una salvación, es una cirugía que, al parecer, es bastante habitual y no demasiado invasiva, entré un 13 de mayo en el hospital y el 15 estaba en mi casa tan ricamente. Me lo hicieron mediante laparoscopia y tanto la intervención como la rehabilitación fueron estupendamente.

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¿Cuáles son sus consecuencias?

R: Bueno…la principal fue que dejó de bajarme la regla, jejejeje. Para mí, las consecuencias fueron paz y tranquilidad, el saber que le había puesto fin a una situación que se llevó por delante a mi madre y a mi hermana no tiene precio, no hay consecuencias, al menos en mi caso, los síntomas de la menopausia son muchísimo mejores que el hacerle frente al asesino silencioso. Tengo 34 años y soy menopáusica, pero soy una mujer que disfruta de la vida de su familia de sus amigos de sus relaciones sexuales de todo absolutamente, hasta incluso de su trabajo, que he engordado?? Si y que?? Que tengo la piel más seca?? Si y?? que tengo que cuidarme como si fuera más mayor?? Si y no pasa nada, siempre es mejor esto que lo otro.

¿Qué crees que podemos hacer desde la Asociación para concienciar a la sociedad sobre el cáncer de ovario?

R: ¡Alzar la voz, siempre!!, el cáncer de ovario existe y es un asesino fatal, hay que dejarse ver, hay que gritar a todas las mujeres que todas las medidas de prevención son pocas, hay que ponerse en manos de especialistas de los de verdad, no solo hay que saber de ginecología para esta enfermedad hay que ser un médico- ginecólogo- oncólogo y humano entregado y apasionado por dejarse la piel en intentar salvar a las mujeres con cáncer de ovario.

Desde la asociación podríamos salir más a la calle, darnos a conocer, tanto las enfermas como las supervivientes como las BRCA, informar, informar e informar.

 

Quiero añadir algo:

Me gustaría ofrecerme y lanzar una campaña para poder hacer un grupo de terapia para mujeres jóvenes con menopausia inducida, juntas somos más fuertes y tenemos que unirnos para enseñar a las jóvenes que vienen detrás que la vida “joven” de una mujer no se acaba con la menopausia, que hay más posibilidades de ser madre después de tener menopausia, que somos unas privilegiadas lo mires por donde lo mires y que nos tenemos que centrar en ello. La única forma de dignificar a las que han perdido la batalla luchando como leonas hasta el último suspiro es alzar la voz disfrutar de nuestra segunda oportunidad y presionar a las administraciones para que tanto la investigación como las campañas de prevención sean cada vez más y mejores, y por supuesto para que de una vez por todas se reconozca la especialidad onco-ginecológica forme parte de la distribución de la sanidad pública de nuestra sociedad con el fin de que el asesino silencioso cada vez tenga menos posibilidades de hacer su trabajo.