Cómo sobrellevar los problemas sexuales

Fuente: American Cancer Society

Cuando en un principio piense retomar su actividad sexual, puede que tema al dolor o que nunca vuelva a tener un orgasmo. Puede que las primeras sesiones del acto sexual no resulten como esperaba. Pero justo como aprendió a disfrutar del sexo al comenzar a ser sexualmente activa en su vida, también puede aprender a sentir placer sexual tras el tratamiento contra el cáncer. Antes de un diagnóstico de cáncer, a menudo la gente se percata de que su vida sexual no es la ideal y proceden a cambiar sus prácticas sexuales. Procure aprovechar al máximo esta oportunidad para ver su vida sexual bajo una nueva perspectiva y adoptar cambios.

Puede que las regiones genitales más sensibles al tacto hayan cambiado algo, o quizá la sensación al tacto en estas regiones causaba placer antes del cáncer, y tras el tratamiento ahora sea doloroso. Podría ser que ahora su posición favorita para el coito haya cambiado. Si la vagina o vulva han sido afectadas por la cirugía, se necesita tiempo para acostumbrarse a las nuevas sensaciones que tendrá durante las relaciones sexuales.

A continuación se repasan algunos de los cambios más comunes y lo que se puede hacer para tratarlos.

Resequedad vaginal

Lubricantes

Los tratamientos contra el cáncer a menudo reducen la capacidad lubricante que la vagina produce durante la excitación. Puede que se requiera de lubricación adicional para hacer que el coito no resulte incómodo. En caso de utilizar un lubricante vaginal, escoja un gel con base de agua sin fragancias, colores, espermicidas o sabores añadidos, ya que estos químicos podrían resultar irritantes en los tejidos delicados de la región genital. Los lubricantes por lo general pueden encontrarse en donde suelen estar los productos para la higiene femenina o anticonceptivos en las farmacias y supermercados. Tenga en cuenta que algunos de los productos lubricantes más recientes incluyen extractos de hierbas (como aloe o lavanda), los cuales puede que sean irritantes o produzcan reacciones alérgicas en algunas personas. Además, los geles que hacen que la piel se caliente pueden producir ardor en otras personas. Asegúrese de leer las etiquetas y consulte a su enfermera, doctor o farmacéutico si tiene preguntas al respecto.

Las jaleas con base de petróleo (Vaselina ), cremas comunes para la piel y otros lubricantes con base de aceite no son buenas alternativas para la lubricación vaginal. En algunas mujeres, puede que estos productos incrementen el riesgo de alguna infección vaginal. Si se usan condones de látex, puede que éstos se dañen con el uso de cremas y productos a base de vaselina. Además, esté atenta de los condones y geles que contengan nonoxinol-9 (N-9). El N-9 es un espermicida (agente anticonceptivo que mata los espermatozoides), pero puede ser irritante para la vagina, especialmente si hay fragilidad o resequedad en los tejidos.

Antes del coito, hay que aplicar algo de lubricante alrededor y dentro de la entrada vaginal. Luego se unta algo del lubricante en el pene de la pareja, dedos o elemento de inserción. Esto será útil para llevar el lubricante hacia adentro de la vagina. Muchas parejas incorporan esta práctica como parte del jugueteo sexual previo al coito. Si la penetración vaginal dura más de unos cuantos minutos, puede que se quiera tomar una pausa para aplicar más lubricante. Incluso si se utilizan los humectantes vaginales por algunos días, lo mejor es utilizar el lubricante antes y durante el acto sexual.

Humectantes vaginales

Conforme la mujer envejece, la vagina puede perder naturalmente su humectación y elasticidad (capacidad para estirarse y moverse con comodidad). Los tratamientos contra el cáncer, así como la cirugía que se realiza para reducir el riesgo de la enfermedad (como la extirpación ovárica) pueden acelerar estos cambios. Los humectantes vaginales son productos sin hormonas diseñados para usarse varias veces a la semana que mejoran la salud y comodidad vaginal en general. Es posible adquirir estos productos sin necesidad de receta médica. La salud vaginal no es solamente importante para la actividad sexual, sino para la comodidad durante la realización de los exámenes ginecológicos.

Los humectantes vaginales están diseñados para ayudar a que la vagina se humedezca y mantenga un balance acídico (pH) más normal por hasta dos o tres días. Los humectantes vaginales son de aplicación nocturna para una mejor absorción durante las horas de sueño. Es importante mencionar que no es inusual que una mujer que haya tenido cáncer requiera usar humectantes de 3 a 5 veces por semana. Los humectantes vaginales son distintos a los lubricantes, pues son de mayor duración y no están diseñados para la actividad sexual. Las cápsulas de vitamina E también pueden ser usadas como un humectante vaginal. Use una aguja limpia para hacer un pequeño orificio en la cápsula y coloque ya sea todo el contenido de ésta en la vagina, o en la yema de sus dedos para luego untarlo en su vagina. Tenga en cuenta que la vitamina E puede manchar la ropa interior.

Estrógenos vaginales

La terapia tópica o sistémica de estrógenos conforma una opción de tratamiento para la mayoría de las mujeres post-menopáusicas que presentan atrofia vaginal (cuando las paredes vaginales se adelgazan y pierden elasticidad). Pero los tratamientos hormonales pueden ser un asunto complicado ante un caso de cáncer para muchas mujeres y proveedores de atención médica.

Muchas mujeres se benefician de las hormonas vaginales que se aplican localmente para combatir la resequedad. Estas hormonas son aplicadas y absorbidas en el área genital, en lugar de que se ingieran oralmente. Vienen en forma de geles, cremas, argollas o tabletas. La mayoría se introducen por la vagina, aunque algunas cremas pueden aplicarse a la región de la vulva. Las hormonas vaginales de uso local deben ser recetadas por un médico y se debe consultar primero al oncólogo sobre su uso.