«Hoy es siempre todavía», testimonio de Izar

Mi vida siempre había transcurrido sin problemas; una infancia inmejorable, feliz… No tenía hermanos, pero nunca los eché en falta, gracias a unos padres amorosos en todos los sentidos.

Esta felicidad dio un giro de 180 grados hace dos años cuando en una revisión rutinaria diagnosticaron a mi madre un cáncer de ovario y endometrio en estadio 2; creí caerme de la silla al escuchar junto a ella la noticia; mi madre es el pilar de mi vida.

Siempre juntas, unidas, luchamos con una operación agresiva ( las que han vivido saben de lo que hablo) más seis sesiones de quimio.

Por aquella época, me encontraba muy cansada; entre un “peque” de tres años, cuidar de mi mami y lidiar con la casa y el trabajo…¡Bastante tenía! En cualquier caso, y conociendo los precedentes, empecé a hacerme histeroscopias por endometriosis; los médicos, en cualquier caso, me dijeron que no tenía que ver el cansancio con nada relacionado con la enfermedad de mi madre (gran error)…Pues justo cuando ella se estaba recuperándose poco a poco, me hicieron una histeroscopia extirpándome un pólipo en el endometrio (aparentemente, sin mayor importancia…)

cáncer ovario

Quince días después, dejando a mi niño en el cole me sonó el teléfono y una voz agradable me instó a que fuera inmediatamente a recoger los resultados. ¡Buffffff, malo!  No me equivocaba; acudí con mi marido al mismo lugar donde dieron el resultado a mi madre y el doctor me preguntó: “Hola Izar, ¿qué tal?….Mira….la biopsia del pólipo ha revelado células malignas;  tienes un cáncer de endometrio.» No sé  cuál fue la razón; el haberlo pasado con mi madre antes o qué, pero me lo tomé de distinta manera; ni lloré, ni sentí, ni padecí.

Me recomendaron una histerectomía pero antes me daban la oportunidad de quedarme embarazada por segunda vez si así lo quería…(mi marido y yo ya estábamos en ello por aquella época). Pero pensé… “¡Ni loca! ¡Ya tengo un niño adorable de tres años y quiero estar a su lado mucho tiempo; lo único que deseo es que me quitéis a ese bicho cuanto antes!

Me hicieron la histerectomía y me fui a mi casa dos días después; baja de moral, un poco deprimida…y con una menopausia provocada que aún arrastro y que es un verdadero coñazo (perdón, pero es la verdad de lo que siento; sudores, mareos, taquicardias, …)

A los quince días de la operación fui a por los resultados con mi madre y… ¡¡¡¡¡¡¡¡Sorpresa!!!!!!!! Uno de los ovarios tenía un tumor de 1cm de células claras, (tumor raro, capullo y agresivo donde los haya…) Otra operación a la vista para estadificar el tumor, quitar ganglios…

Lloré, pataleé como una chiquilla; tuve que pasar mis seis sesiones de quimio (¡imaginad cómo estaba que lo que mejor llevé fue la caída del pelo; me resultó hasta gracioso y cómico verme como un alienígena). Lo peor, no hace falta que lo diga, el dolor de huesos, las náuseas, la fatiga…

En cuanto terminé mi quimio me hicieron una analítica para realizar un estudio genético. mi madre (posiblemente su madre, que murió muy joven y casi nos aseguran que fue por lo mismo) era la tercera generación; el estudio está a la espera,  pero casi seguro que tenga síndrome de Lynch…. ¡Vamos! Para entendernos… que mi “adn” está alterado y no repara los daños; ¡mi cuerpo genera tumores!

Hace un mes me hicieron una colonoscopia y volvió a cantar el pajarito;  un pólipo en ciego con células de adenoma y foco de adenocarcinoma…Otra operación y a quitar cachito de intestino (menos mal que es largo).

Mientras espero con inquietud la operación, el grado… y todo lo demás… Sólo quería animaros a todas vosotras guerreras luchadoras y campeonas que estéis pasando por esta enfermedad o que tengáis a alguien que la esté pasando; hay que exprimir esta vida hasta la última pulpa… No hay que mirar atrás porque el pasado no va a volver, pues no existe; tampoco el futuro. ¡¡¡HOY ES SIEMPRE TODAVÍA!!! Hay que amar, bailar, chillar, llorar, ….porque estamos aquí de paso y hay que dejar huella.

Continuará… siempre y cuando queráis que siga compartiendo mi experiencia.

¡GRACIAS DE TODO CORAZÓN!