Entrevistas

ENTREVISTA A MARÍA GATO (Estudiante de doctorado en el centro de investigación biomédica, Navarrabiomed – Fundación Miguel Servet)

En primer lugar, nos gustaría felicitarle a usted y su equipo por el reciente hallazgo en el que han identificado cómo funcionan las células que ayudan al cáncer a progresar y a metastatizar.  ¿Nos podría explicar en detalle en qué ha consistido su investigación?

Muchísimas gracias por las felicitaciones. El tema de investigación es parte de mi tesis y tiene una gran importancia en la línea de investigación frente al cáncer que desarrollamos en el Grupo de Inmunomodulación de Navarrabiomed–Fundación Miguel Servet.

Las células mieloides supresoras son células de nuestro cuerpo que en vez de luchar contra el tumor, inhiben al sistema inmunitario (nuestras defensas) en su lucha frente al cáncer. Además interfieren y evitan que muchos tratamientos de quimioterapia y radioterapia funcionen adecuadamente. Todo ello hace que el tumor progrese y pueda metastatizar más fácilmente.

Nuestro grupo ha desarrollado un sistema de producción de éstas células muy eficiente y económico. Podemos producirlas en grandes cantidades in vitro, y en muy poco tiempo. Gracias  a ello hemos sido capaces de estudiarlas en profundidad y analizarlas mediante técnicas muy avanzadas. En concreto, hemos realizado un estudio detallado de proteómica mediante al cual hemos averiguado de qué se componen las células mieloides y cómo funcionan.  Os preguntaréis qué hemos descubierto a partir de esos datos que no se conocían antes…pues bien, hemos identificado unas proteínas llamadas quinasas que se producen en éstas células y que controlan sus actividades. Ahora nuestro trabajo se centra en estudiar estas quinasas y desarrollar terapias para inhibir la función de estas células o bien eliminarlas directamente.

 

 ¿Servirá este descubrimiento para empezar a aplicar nuevos tratamientos frente al cáncer?

Servirá para probar en clínica medicamentos que ya actúan sobre estas quinasas, o para que los grupos de investigación desarrollen nuevos medicamentos contra estas quinasas. Algunos de estos medicamentos se están aplicando en ensayos clínicos. Por nuestra parte, estamos desarrollando tratamientos que ataquen estas quinasas para eliminar las células mieloides supresoras del organismo. Estos estudios proporcionarán nuevas dianas terapéuticas para así mejorar y potenciar la capacidad del sistema inmunológico en su lucha frente al cáncer. De todos modos hay que resaltar que nosotros estamos todavía en fases preclínicas del desarrollo de estos nuevos tratamientos.

 

¿Puede ayudar y contribuir a frenar la metástasis?

Se ha demostrado en investigaciones realizadas por  grupos líderes en el campo de las células mieloides supresoras  que  además de la actividad inmunosupresora, estas células influyen en la progresión tumoral de varias formas. Están directamente implicadas en promover la metástasis participando en la formación de nichos premetastásicos, en promover la angiogénesis y la invasión de las células tumorales. Por lo tanto, los tratamientos que puedan eliminar las células mieloides supresoras podrían contribuir al freno de la metástasis.

  Equipo Navarrabiomed

¿Qué puede suponer este logro de cara a futuros estudios?

Nuestro descubrimiento del proteoma de estas células y las nuevas rutas metabólicas implicadas en la actuación de las mismas, ha supuesto para nosotros un empuje significativo en nuestro desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento anticancerígeno. Por nuestra parte, estamos ensayando tratamientos de tumores a nivel de experimentación animal. A medio plazo, comenzaremos a realizar pruebas in vitro con células humanas para comprobar los tratamientos desarrollados en los modelos de experimentación. El artículo ha sido publicado en la revista de referencia a nivel internacional de acceso libre Oncotarget, además hemos presentado la investigación en un congreso internacional de proteómica y tenemos planeado difundir nuestros avances en futuros congresos y publicaciones.

Esta difusión es necesaria para que existan colaboraciones entre grupos de investigación para así compartir conocimiento y acelerar la obtención de resultados. Este estudio ha desvelado a la comunidad biomédica internacional puntos clave para desarrollar tratamientos inmunoterápicos eficaces.

 

Como usted sabe, ASACO está centrado en hacer frente al cáncer de ovario. ¿Tienen previsto realizar algún estudio específico que aborde el cáncer de ovario o los cánceres ginecológicos?

Nuestro tema de estudio son las células mieloides supresoras, que “afortundamente” son comunes a todos los tipos de tumores incluyendo cáncer de ovario. En un principio nos hemos centrado en melanoma como modelo de trabajo, pero estamos comenzando a trabajar con otros tipos de cánceres como colon, mama, pulmón o páncreas. Cuanto más difundamos nuestra investigación y podamos aplicarla a distintos tipos de tumores, más avanzaremos.

Pero como sabéis, el factor limitante es la obtención de subvenciones y proyectos de investigación para poder avanzar en las investigaciones. Nuestra idea es buscar financiación e incorporar personal que pueda trabajar ampliando nuestro espectro de tipos de tumores. Por ejemplo, la Fundación Sandra Ibarra nos concedió financiación adicional para investigar en cáncer de mama, y a través de la plataforma Precipita hemos conseguido financiación para trabajar en otros tipos de cáncer. Actualmente hemos realizado colaboraciones con el grupo de epigenética del cáncer dirigido por el Dr. David Guerrero, también de Navarrabiomed, trabajando en cánceres ginecológicos.

 

¿Cómo valoraría la investigación frente al cáncer en España? ¿Qué pediría a las instituciones?

Bueno, creo que ya he respondido en parte en la anterior respuesta…Sinceramente, creo que realmente ha habido un pequeño auge en la investigación frente al cáncer en comparación con otras enfermedades. Pero el trabajo de laboratorio es muy sacrificado.  Hoy en día el problema en España es la “falta de manos” para trabajar. Muchos proyectos proporcionan dinero para material pero muy pocos lo hacen para personal, ese es el caso de nuestro grupo de investigación. Realizamos entre muy pocos el trabajo de muchos, y eso nos limita a la hora de avanzar en nuestra investigación y poder comenzar a evaluar los resultados en análisis clínicos, ya más focalizados en terapias aplicables a pacientes con cáncer.  En este sentido, sería oportuno recuperar de muchas de las becas de doctorado que se recortaron durante la crisis. Eso beneficiaría a los laboratorios que disponen de fondos para investigar, pero tienen falta de personal.

 

Adjuntamos aquí el enlace a la noticia entera y oficial que publicamos en la web de la Fundacion.  

  

 

 

 

 

 

 

ENTREVISTA AL DOCTOR VÍCTOR GUILLERMO PAGÉ HERNÁNDEZ

 

Víctor Guillermo Pagé Hernández es Doctor en Medicina Universidad de la Habana; especialista de 1er grado en Ginecología y Obstetricia Universidad de la Habana y Médico Cirujano Revalida en la Universidad Central de Venezuela.

En primer lugar, gracias por concedernos la entrevista, que pretende ahondar en las últimas investigaciones y tratamientos que se están llevando a cabo para hacer frente al cáncer de ovario.

Para mí es un placer poder ayudar en todo lo relacionado a la salud de la mujer.

Según las últimas noticias, una investigación española liderada por el Instituto de Salud Carlos III ha descubierto el doble papel que desempeña la proteína NIS, encargada del transporte de yodo por distintos órganos, como marcador tumoral en el cáncer de ovario. ¿Qué nos puede decir al respecto? ¿En qué nos puede ayudar este avance a nivel de investigación?

Los Ginecólogos y los oncólogos estamos enfrascados en el diagnóstico precoz del cáncer de ovario lo cual se ha convertido en un gran reto, dado a que esta patología se desarrolla sin síntomas y en el momento que se diagnostica se encuentra en estados avanzados y se hace  difícil de lograr una curación completa. Por eso estamos a la búsqueda de alguna prueba que podamos hacer pesquisaje y así lograr un diagnostico precoz.

Hay mucha investigación sobre el desarrollo de pruebas de detección para el cáncer de ovario, pero hasta el momento los estudios no han arrojado mucho éxito.

Las dos pruebas que se usan con más frecuencia para detectar el cáncer de ovario son la ecografía transvaginal  y la prueba de sangre que cuantifica el  nivel de la proteína CA-125. Pero realmente no se han obtenido muchos avances en el diagnostico precoz.

La investigación española liderada por el Instituto de Salud Carlos III ha abierto una nueva ventana en la búsqueda de una prueba para el  diagnóstico precoz del cáncer de ovario.

La proteína NIS presenta un aumento desde los estadios iniciales por lo que podría resultar un marcador temprano del cáncer de ovario, unido con el NIS los radioisótopos de yodo pueden dirigirse específicamente a la célula tumoral y destruirla,  obteniendo un doble beneficio el diagnostico precoz y un tratamiento más efectivo para la cura. Esto es algo muy esperanzador.

¿Puede ayudar a diagnosticar el cáncer de ovario en estadios  anteriores? ¿Estamos hablando de diagnóstico precoz del cáncer de ovario?

Sin dudas podría ayudar mucho, la lucha contra el cáncer se centra en 2 pilares: primero la prevención y segundo el diagnostico precoz, un cáncer diagnostico en sus primeros estadios puede ser curado en su totalidad.

¿Cuál cree que es el mayor reto actualmente para la comunidad médica?

En la comunidad médica estamos centrando en el diagnóstico y el tratamiento, cada día avanzamos un poquito, ya llegamos hasta descifrar el genoma humano, pero a mi forma de ver la salud es un problema más profundo, tenemos que hacer mucho hincapié en la educación e información de las personas para que mantengan un estilo de vida sana, luchar por cuidar el planeta y lograr disminuir la contaminación que nos rodea, un gran reto que va más allá del cuidado médico.

Usted, conocedor de la sanidad española, ¿qué diferencias ve entre los tratamientos respecto a Venezuela y La Habana?

Bien en Cuba existe un sistema de salud primario bien diseñado con personal altamente cualificado pero con pocos recursos tecnológicos; en Venezuela a pesar de los esfuerzos que han querido hacer no lo han logrado grandes avances, últimamente la escases de medicamentos unido a un deterioro de los servicios médicos hacen lamentable la situación del sistema de salud.

¿Existe algún acuerdo de colaboración a la hora de investigar para hacer frente al cáncer de ovario?

Sí, en los estudios sobre el cáncer entra también la globalización eso hace que toda investigación no importa donde se realice se sigue a nivel internacional, un ejemplo de ello es la proteína NIS que fue denominada así por Dra. Nancy Carrasco (científica mexicana).

 

 

 

ENTREVISTA A JOSÉ DIEGO SANTOTORIBIO, MÉDICO ESPECIALISTA EN BIOQUÍMICA CLÍNICA EN EL HOSPITAL UNIVERSITARIO PUERTO REAL

En primer lugar, muchísimas felicidades por el premio recibido. No cabe duda de que usted y su equipo están investigando sobre esta patología. ¿Cuál ha sido la novedad que han encontrado?

Nuestro trabajo es sobre la utilidad de los marcadores tumorales para el diagnóstico del cáncer mucinoso de ovario. El mucinoso es el tipo histológico de cáncer de ovario más frecuente en mujeres menores de 40 años. Los marcadores tumorales son sustancias bioquímicas que se pueden medir en la sangre y que aparecen elevadas en pacientes con cáncer. Para el diagnóstico y seguimiento del cáncer mucinoso de ovario se utiliza como marcador tumoral el antígeno del cáncer 19.9 (CA 19.9). El problema está en que este marcador tumoral se puede elevar en tumores mucinosos de ovario benignos (falsos positivos) o no elevarse en algunos pacientes con cáncer (falsos negativos). Nuestra aportación ha sido combinar el CA 19.9 con otro marcador tumoral, el antígeno del cáncer 125 (CA 125), y de esta forma hemos conseguido disminuir el número de falsos positivos y falsos negativos. Lo que hemos hecho es desarrollar un modelo con esos dos marcadores tumorales, al que le hemos llamado CA 19.9+125.

¿Cuál ha sido el reconocimiento expreso otorgado por la National Academy of Clinical Biochemistry (NACB)?

Hemos ganado uno de los Premios Distinguidos de la NACB en el Congreso Internacional de la Asociación Americana de Química Clínica de este año, celebrado en la ciudad estadounidense de Atlanta (2015 AACC Annual Meeting), por el trabajo titulado “CA 19.9 and CA 125 for diagnosis of mucinous ovarian cancer”. Este trabajo fue uno de los premiados por su excelencia científica de un total de 800 trabajos presentados en este congreso internacional.

¿Qué aportan de nuevo concretamente estos marcadores?

En general, este trabajo apoya la utilización de los marcadores tumorales como prueba complementaria para el diagnóstico de cáncer. En particular, este estudio recomienda la utilización de la combinación del CA 19.9 con el CA 125 (CA 19.9+125) para el diagnostico de cáncer mucinoso de ovario. El CA 19.9+125 ha sido desarrollado mediante un análisis multivariante, resultando: CA 19.9+125 = 0.00102 x CA 19.9 + 0.00057 x CA 125. El CA 19.9+125 mejora la eficacia diagnóstica en comparación con la utilización del CA 19.9 o CA 125 de forma aislada. En la población estudiada en nuestro trabajo un CA 19.9+125 > 0,23 presentó un 66,7% de sensibilidad y un 95,1% de especificidad para el diagnóstico de cáncer mucinoso de ovario.

Respecto al marcador del líquido pleural, ¿cuál es la novedad?

El derrame pleural es la acumulación de líquido en el espacio pleural y puede ser debido a muchas causas (insuficiencia cardiaca, neumonía, cáncer, tuberculosis, cirrosis hepática, etc…). El derrame pleural maligno es originado por la presencia de tumores en la pleura y es una manifestación clínica frecuente en pacientes con cáncer evolucionado, aunque también puede aparecer como primera manifestación clínica en pacientes no diagnosticados de cáncer. Para saber la causa que originó el derrame pleural se realiza análisis del líquido pleural extraído del paciente mediante toracocentesis (punción torácica). Nosotros hemos identificado un nuevo marcador tumoral en líquido pleural: la homocisteina. Niveles elevados de homocisteina en líquido pleural son diagnósticos de derrame pleural maligno.

Como sabemos,  el cáncer de ovario tiende a diagnosticarse en estadíos tardíos. ¿Cree que esta contribución puede ayudar a una detección precoz?

En la actualidad, la utilización de los marcadores tumorales en población general (asintomática) no es recomendable. Los marcadores tumorales están indicados en pacientes con sospecha clínica de cáncer, por lo que su contribución al diagnostico del cáncer de ovario es en pacientes sintomáticos.

¿Cuáles son los próximos pasos que van a dar ustedes en relación con el cáncer de ovario? ¿Tienen pensado seguir investigando en este cáncer en concreto?

Si, seguimos investigando nuevos parámetros bioquímicos que puedan ser utilizados como marcadores tumorales. Hemos abierto una nueva línea de investigación en la que estamos estudiando los parámetros bioquímicos del metabolismo del calcio y fósforo (vitamina D) en relación con el cáncer de ovario. Continuamos con la línea de la homocisteina en líquido pleural y sangre para el diagnóstico de derrame pleural maligno. Y también tengo en proyecto una nueva línea de investigación de los parámetros bioquímicos del metabolismo de los hidratos de carbono (hemoglobina glicosilada) en relación con el cáncer.

¿Le gustaría hacer alguna solicitud expresa a las instituciones públicas para poder seguir avanzando en la investigación para hacer frente al cáncer de ovario?

Que aumenten las ayudas y becas para la investigación en los hospitales públicos. En nuestros hospitales, además de la labor asistencial y docente, se realiza una excelente actividad investigadora. Debido a esa carga asistencial, en la mayoría de los casos el tiempo para dedicarnos a la investigación lo sacamos de nuestro tiempo libre. Con mayores recursos y becas podríamos obtener mejores resultados.

Entrevista al Dr. Lucas Minig

 

¿Cómo definiríais Globeathon para todos aquellos que no conozcan la iniciativa?

Globeathon consiste en una jornada mundial de concienciación sobre el cáncer ginecológico, que incluye al cáncer de ovario-trompas, útero-endometrio, cérvix, vagina y vulva. Se trata de un encuentro organizado simultáneamente en diferentes ciudades del mundo. Allí se realizan eventos destinados a dar voz al cáncer ginecológico y a poner en evidencia la relevancia de la implementación adecuada de los mecanismos de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer ginecológico.

¿Cómo surgió la idea?

Globeathon es una iniciativa de un grupo de médicos y pacientes afectadas en Estados Unidos cuya principal misión es la de aumentar la conciencia del cáncer que afecta a los órganos de la reproducción femenina, identificar las disparidades globales de atención, y superar las barreras (étnicas, raciales, políticas, geográficas, económicas, culturales y religiosas) a través de la extensión educativa y el compromiso global de la comunidad.

En el primer año, 2013, el evento fue organizado simultáneamente en 130 ciudades de 60 países del mundo. En su segunda edición, en el año 2014, los encuentros fueron distribuidos durante todo el mes de septiembre, asignando una semana para cada continente en particular.

¿El proyecto agrupa todos aquellos cánceres que afectan a la mujer; creéis que sería interesante que todos los cánceres ginecológicos se unieran bajo una misma asociación, institución o entidad?

No sería una mala idea. Sin embargo, no habría que olvidar que cada tipo de cáncer ginecológico tiene unas características diferentes que requieren un entendimiento y enfoque individualizado. Por ejemplo, el cáncer de cérvix es el único que tiene un método de detección precoz y habría que enfatizar que las mujeres lo cumplan. El cáncer de ovario, por otro lado, es el tumor ginecológico más agresivo y se diagnostica en etapas avanzadas en más del 80% de los casos con lo que el tratamiento especializado y multidisciplinar son pilares fundamentales para su manejo más apropiado.

¿Qué países están más concienciados desde el punto de vista social con aquellos cánceres que afectan a la mujer?

Estados Unidos, Australia, junto con Japón y los países de Europa occidental son los más concienciados ya que cumplen en gran medida con las campañas de prevención de cáncer de cérvix y cuentan con la formación profesional y la infraestructura adecuada para tratar a las mujeres con cáncer ginecológico. Sin embargo, también hay que mencionar que aún allí todavía queda mucho por seguir trabajando para mejorar el sistema de atención de las mujeres

Desde el punto de vista de la investigación, ¿cuál es el país de referencia para el cáncer de ovario? ¿Dónde tenemos que mirar?

Estados Unidos e Inglaterra son dos de los principales países referentes en cáncer de ovario. Son países con grandes inversiones en investigación molecular y en el desarrollo de políticas orientadas a la centralización del tratamiento. Esto último es motivado porque el tratamiento del cáncer de ovario es uno de los principales ejemplos de cómo un tratamiento quirúrgico realizado por profesionales adecuadamente preparados puede mejorar significativamente la supervivencia en relación a los profesionales sin el entrenamiento para tal fin. Sin embargo, tal como lo demuestra un reciente estudio realizado en Estados Unidos, tan sólo un 4% de las mujeres con cáncer de ovario en estadios avanzados son operadas por ginecólogos oncólogos en centros especializados. Por lo tanto, las ideas están pero el camino por recorrer aún es muy largo.

¿Qué reivindicación haríais a las instituciones?

Las instituciones tienen un rol fundamental en el entendimiento y gestión del problema. Han de apostar por la formación profesional e intentar implementar políticas de centralización del manejo de estas enfermedades tan complejas. Ésta, según informan los estudios, parece ser la forma más beneficiosa para obtener los mejores resultados de calidad y cantidad de vida para las pacientes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ENTREVISTA A IVÁN GARCÍA BASSETS, INVESTIGADOR EN LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA

Usted, como investigador, ¿cuál cree que es el mayor reto en estos momentos para hacer frente al cáncer de ovario?  

Durante décadas, el mayor reto ha sido el de conseguir que la mayoría de pacientes se curen, que sobrevivan a largo plazo. Desafortunadamente, esto aún no se ha podido conseguir. A día de hoy, todavía dos de cada tres pacientes no sobreviven a largo plazo. ¡Es dramático! Así que, en mi opinión, el mayor reto actual es el de reflexionar sobre cómo estamos haciendo las cosas.

Analicemos el problema. Cabe recordar que, gracias a la cirugía reductiva, casi 19 de cada 20 pacientes en estadio I se curan. El cáncer de ovario, si se diagnostica a tiempo, tiene solución. Por eso se dice tantas veces que si queremos cambiar la alarmante tendencia actual hemos de incentivar la búsqueda de marcadores precoces, para evitar o reducir al máximo el numero de pacientes que llegan a estados avanzados.

Ya entiendo que los pacientes en estados avanzados se frustren con esta idea, porque no soluciona su problema. Pero me gustaría dejar claro que no se trata de dejar de investigar la problemática de estos casos, sino de incrementar la investigación en general, con especial énfasis en el estudio de la detección precoz ya que actualmente goza de menos recursos, con menos laboratorios trabajando en ello. En otras palabras, son estudios que salvarán la vidas de las pacientes del mañana, que en algunos casos serán las hijas, sobrinas y nietas de las pacientes actuales. Si hace 10 años hubiésemos encontrado una solución al problema de la detección precoz, el número de pacientes actuales en estado avanzado sería mínimo. Así que es vital frenar el flujo de casos al estado avanzado de una vez por todas.

¿Por qué aún no hemos desarrollado un test diagnóstico de detección precoz?

Quizás porque no es fácil. Pero me resisto a pensar que eso es así. Como introducía antes, creo que sobre todo es porque no hay suficiente investigación dedicada a ello. Hemos de conseguir que más grupos científicos (incluyendo el nuestro, que nos dedicamos sólo al estudio de los casos avanzados) incluyan el estudio de la detección precoz entre sus líneas de trabajo. No sólo eso, deberíamos también atraer a los líderes mundiales en investigación del cáncer y a las mentes mas lúcidas al estudio del cáncer de ovario y al de la detección precoz.

Y ¿cómo podemos incentivar esta investigación y atraer a estos científicos?

Creo que podríamos inspirarnos en otros ejemplos, como el de la distrofia muscular. PPMD es la asociación americana de padres y madres de niños con distrofia muscular. Ellos han conseguido el dinero y han subvencionado la investigación del único fármaco que está en proceso de ser aprobado para tratar las causas de la enfermedad, el ataluren. PPMD subvencionó las fases 2a y 2b de los ensayos clínicos experimentales, y están subvencionando la fase 3, la última antes de la comercialización del fármaco. PPMD subvencionó a la empresa privada y la investigación pública para invertir en el desarrollo de este fármaco. PPMD también se está organizando para entrenar y atraer nuevos científicos al estudio de la distrofia muscular, y para conectarlos para desarrollar proyectos en común. PPMD (los familiares de los pacientes, en definitiva) quiere canalizar la solución.

Sé que es triste y duro hablar de dinero cuando hablamos de salvar vidas, de pacientes buscando sus propias soluciones, de pagar a compañías farmacéuticas para hacer sus propios estudios para desarrollar fármacos, o de buscar la solución al problema que ya no te puede salvar a ti la vida. Pero ese el reto para todos/as: entender que algo diferente hemos de hacer, identificar los obstáculos que han existido y que continúan existiendo, ponernos en movimiento y superarlos, para que en los próximos años podamos hablar del cáncer de ovario como una enfermedad curable en la mayoría de los casos.

¿En qué fase se encuentra la investigación?

En los últimos 15 años, el desarrollo tecnológico y el avance en el conocimiento han sido increíbles en muchos campos de los que el estudio del cáncer de ovario se nutre o debería nutrirse directamente. El potencial investigador de hoy en día es increíble. Pero los científicos en el ámbito del estudio del cáncer de ovario, en general, estamos algo retrasados en todo ello y vamos a menudo a remolque en el campo de la innovación. Así que casi sin quererlo, ahí va otro reto: convertirnos en un campo innovador.

Me pregunto por ejemplo, ¿cuánto tiempo ha de pasar hasta que alguien intente generar tejido ovárico humano (o de trompas de Falopio) en el laboratorio para estudiar el origen del cáncer de ovario? ¿Cuándo generaremos en el laboratorio células humanas del epitelio del ovario? ¿Cuándo estudiaremos los efectos de la quimioterapia en todo el genoma humano? Son cosas que se hacen en otros campos, con otros tipo de tejidos, células y fármacos, pero que no se hace todavía en nuestro ámbito científico. Así que hemos de conseguir que la investigación del cáncer de ovario se modernice y se sincronice con la fase tan excitante en el que se encuentra la investigación en general. Esto resultará en soluciones más rápido.

Me gustaría añadir que nosotros mismos somos un ejemplo de laboratorio que no estudiaba el cáncer de ovario y que ahora estamos incorporado nuestro bagaje de conocimiento a la lucha contra esta enfermedad, y somos pioneros en utilizar algunas de las nuevas técnicas que, además, ayudamos a desarrollar en el pasado.

¿Por qué estamos ahora estudiando el cáncer de ovario?

Por casualidad. Mi mujer sufrió cáncer de ovario y eso me llevó a interesarme por esta enfermedad. Gracias a la ayuda de las pacientes en EE.UU. que, vía la asociación del Ovarian Cancer Research Fund (OCRF), subvenciona nuestros estudios, y nos podemos dedicar al estudio de este cáncer. OCRF fue creada por el marido de una paciente. ¿Y saben quién más nos subvenciona? El Ministerio de Defensa americano. Paradójico, ¿no? pero en EE.UU. el Ministerio de Defensa tiene uno de las plantillas médicas más extensas del país, y es una gran entidad subvencionadora de la investigación del cáncer de ovario.

Viviendo fuera de España, ¿considera que existen grandes diferencias en la atención para las pacientes?    

Obviamente hay cosas buenas y cosas malas en el sistema español y en el americano (que es el que mejor conozco). Ojalá se pudieran combinar los dos y tendríamos un sistema superior. Aún así, a menudo no se trata tanto de hablar de un sistema nacional, sino de la atención y tratamiento que se pueden recibir en una ciudad, en un barrio, en un hospital, o incluso por un profesional médico u otro. El reto, a nivel institucional y de la comunidad médica, es el de eliminar estas diferencias para ofrecer una atención moderna y por igual, y eso debería ser así en EE.UU y en España. Muchas vidas se salvarían solo equilibrando estas desigualdades sin necesidad de esperar nuevos resultados científicos o de invertir ni un solo euro/dólar más en investigación. Un número no claro de casos de estadio I se “dejan” llegar involuntariamente a estadios avanzados por deficiencias de atención, lo cual es gravísimo. En algunos otros casos, la esperanza de vida de los estadios avanzados se puede alargar en función del tratamiento al paciente, que también puede variar en función del país, ciudad, hospital, o especialista médico.

Como punto de referencia de atención puedo explicar cómo funciona en la Universidad de California, San Diego (UCSD), donde trabajo y donde lo veo o he visto como investigador, profesor en la facultad de medicina, y marido de paciente. A nivel de formación, en UCSD enseñamos a los estudiantes de medicina a incorporar la investigación como una faceta esencial en su vida profesional. Muy a menudo tenemos estudiantes de medicina ayudándonos en el laboratorio. Eso quiere decir, que como profesionales, estos futuros médicos entienden que los ensayos clínicos son parte esencial del tratamiento de enfermedades como el cáncer de ovario. El médico especialista es, en muchos casos, un médico investigador, lo que da una perspectiva más moderna al tratamiento. También enseñamos a los estudiantes que el paciente con cáncer de ovario es un paciente bien informado en muchos casos. Es normal que sepa de conceptos médicos y científicos y que proponga participar en ensayos clínicos concretos. El médico (en este caso el ginecólogo oncólogo) lo respecta y lo escucha, porque sabe que llega un momento en que no hay un protocolo definido de tratamiento, así que cuanta más información haya sobre la mesa, mejor será la decisión (consensuada en todos los casos). De hecho, a menudo el ginecólogo oncólogo sólo puede pensar unos minutos en el caso concreto de su paciente, horas a lo sumo, mientras que un paciente puede llegar a informarse de su propia situación y de sus opciones durante semanas o meses, puede ir a conferencias (a las que organizamos en UCSD ellos vienen), y leer los últimos trabajos científicos. Esto es una ventaja, un recurso del que el ginecólogo oncólogo sabe que se puede aprovechar.

Una vez la paciente es diagnosticada, se le asigna una enfermera especializada (‘case manager’) que esta a disposición de la paciente y actúa de soporte y conexión con el ginecólogo oncólogo. El tratamiento del cáncer es rápido y agresivo, y generalmente el paciente lo consulta con más de un especialista. El apoyo al paciente (que es voluntario) puede ser rico desde el aspecto informativo, espiritual, o emocional, con grupos de soporte de ex pacientes y/o pacientes, o de ayuda económica para hacer test experimentales sobre la posibilidad de que un tratamiento pueda funcionar antes de probarlo. Esta ayuda, por ejemplo, la proporciona la Clearity Foundation, fundada también por una ex paciente de cáncer de ovario.

Una vez la paciente se cura (mas allá de la marca de los 5 años), el mismo equipo del ginecólogo oncólogo continúa haciendo un seguimiento de por vida en lo que llaman ‘clínicas del supervivientes’. En estas unidades no se trata el cáncer, ya que el paciente ya no lo tiene, pero se hace un seguimiento especial considerando que la paciente tuvo cáncer. Por el contrario, en el caso de que la paciente no se haya curado, entra en ensayos clínicos experimentales. Estos ensayos son esenciales no sólo para intentar salvar su propia vida, sino la de muchas otras mujeres con cáncer de ovario que necesitan de estos ensayos para encontrar una curación.

Finalmente, también diría que un aspecto común en EE.UU. es que el cáncer se trate en hospitales especializados para esta tipo de enfermedad (cancer centers), en los que todo el personal está altamente especializado para su tratamiento. También es común que este tipo de hospital se ubique dentro del campus de la universidad, con lo que la investigación y el tratamiento clínico van a la par.

¿Considera que existe una buena coordinación internacional a la hora de trabajar la investigación en el campo del cáncer de ovario?

Los científicos en biomedicina somos colaborativos por naturaleza. El científico generalmente trabaja en el contexto de un grupo de investigadores en diferente estado de formación. Y el grupo normalmente se ubica en el contexto de una departamento, con otros científicos. Cuanto mejor sea el grupo y el departamento, mejor será el ambiente creativo y las posibilidades de encontrar algo relevante en la lucha contra el cáncer. A nivel internacional es más difícil la colaboración por razones obvias de proximidad. Aun así, las colaboraciones existen dependiendo sobre todo de las habilidades colaborativas de cada individuo. También hay grandes consorcios internacionales de investigación, sobre todo los que se dedican a ensayos clínicos y a la exploración de causas genéticas del cáncer de ovario, ya que necesitan elevando número de pacientes para obtener estadísticas fiables, y este tipo de consorcios facilita ese acceso.

¿Cuál cree que va a ser el siguiente paso en el mundo de la investigación?

La investigación en su conjunto da muchos pasos y todos al mismo tiempo. Por ejemplo hay un ‘siguiente paso’ en el frente de generar fármacos menos tóxicos para el paciente; un siguiente paso en el frente de establecer nuevas mutaciones y variantes genéticas asociadas con factores de riesgo de padecer el cáncer de ovario, o en investigaciones sobre nuevos fármacos, sobre nuevas moléculas y vías celulares implicadas con el origen del cáncer, o incluso en nuevas formas de clasificar los tumores del ovario. Son tantos ‘pasos’ que es difícil estar al día de todos ellos.

Puedo explicar nuestro ‘siguiente paso’. Actualmente estamos investigando los mecanismos por los que una célula de cáncer de ovario responde al tratamiento de quimioterapia convirtiéndose en resistente. Es un mecanismo de adaptación que lógicamente quieres evitar, porque es la base por la que la quimioterapia falla. Estamos investigando un mecanismo novedoso que intentamos desgranar a nivel mecánico para poder anularlo. Por este mecanismo, la quimioterapia consigue estimular un programa adaptativo en sólo algunas células del tumor. Este programa les da propiedades de “células madre”, que son más resistentes al tratamiento de quimioterapia y también les da la facilidad de adquirir nuevas propiedades celulares, como aquellas necesarias para invadir otros tejidos (metastatizar). Los siguientes pasos en los que enfocaremos nuestros recursos y energía son: entender como parar este programa adaptativo, entender su origen, y encontrar la manera de predecirlo. Estamos muy ilusionados con estos estudios que lidera el Dr. Carlos Mackintosh en mi laboratorio, un científico originario de Jaén de muchísimo talento, y en los que nos ayuda con grandísimo interés una investigadora visitante de Vigo, la Dra. Catarina Allegué, que está especializada en análisis bioinformático.

Una vez llegados al final de la entrevista, me gustaría agradecer a Itziar por sus estimulantes preguntas. Así como me gustaría resaltar a Paz, Presidenta de ASACO, y a todas/os voluntarios de ASACO por su lucha para mejorar las condiciones de los pacientes en toda España. Un abrazo a todos/as y a todas las pacientes de cáncer de ovario y a sus familiares.

Ivan Garcia Gasset Carlos Mackintosh Catarina Allegue

Equipo de investigadores de la UCSD en cáncer de ovario liderado por el Dr. Iván García-Bassets, a la izquierda;  en medio, el Dr. Carlos Mackintosh y, a la derecha, la Dra. Catarina Allegué.

 

ENTREVISTA AL DR. JOSEP Mª DEL CAMPO

Somos conscientes que la salud medioambiental del entorno en el que vivimos está íntimamente ligada a la salud del ser humano. ¿Hasta qué punto puede afectar al desarrollo de ciertos tipos de cáncer?

En muchos tipos de cáncer, prácticamente la mayoría, existe una clara relación causa-efecto. Desde el aire que respiramos (con reconocidos carcinógenos) hasta la alimentación, incluso estilos de vida, influyen notablemente en la aparición de ciertos tumores.

¿Tienen conocimiento o algún indicio sobre la correlación entre la contaminación medioambiental y el cáncer de ovario?

El cáncer de ovario es de los pocos tumores en los que no hay una relación clara. O al menos por el momento, no se ha encontrado.

¿Y sobre la relación entre alimentos modificados genéticamente y algún tipo de cáncer?

Aunque es un problema que preocupa a la población, hasta la fecha no se ha podido demostrar que este tipo de alimentos puedan influir en la aparición de tumores. No obstante, en el caso de que así fuera, probablemente serán necesarios años para tener alguna evidencia.

¿Qué recomendaciones haría a una persona que no ha desarrollado ningún tipo de cáncer desde un punto de vista de su contacto con la naturaleza y el medio ambiente? ¿Qué consejos le daría?

Es muy difícil evitar por completo todas aquellas causas que pueden estar relacionadas con la aparición de tumores. Una dieta equilibrada y sana, la tan descrita “dieta mediterránea” es una buen opción para seguir. La práctica de ejercicio, evitando la obesidad. Evitar la inhalación de productos claramente cancerígenos, como el tabaco. Evitar las áreas geográficas con atmósfera polucionada. Protegerse de la radiación solar.

ENTREVISTA A VERÓNICA Hija de paciente de cáncer de ovario

En primer lugar, Verónica, ¿cómo te encuentras ahora mismo?  

Ahora mismo estoy bien porque mi madre está en remisión y con nuevo tratamiento. Estoy asustada por el TAC que se avecina; y estoy feliz por todo lo que tengo.

¿Cómo reaccionaste cuando le diagnosticaron el cáncer de ovario a tu madre?

No reaccioné. Simplemente actué, pues era lo que me tocaba en ese momento. Mi madre estaba en una profunda depresión cuando se lo diagnosticaron y estábamos solas pues acabábamos de pasar por el divorcio de mis padres (mi familia ha estado muy pendiente pero me refiero en casa). Por lo tanto, lo único que hice fue tirar con todo por y para ella.

¿Cómo te lo comunicó?

Mi madre trabajaba en un hospital oncológico. Se le hinchó muchísimo la barriga y le hicieron las pruebas allí mismo. Yo fui a ver los resultados porque ya estábamos un poco asustadas, por lo que yo estaba con ella cuando ella misma se enteró.

¿Ha cambiado la relación con tu madre desde entonces?

Desde luego. Siempre hemos estado muy unidas, además al principio luchamos solas por todo.

Por un lado, al principio los roles cambiaron y me convertí yo en su madre. Por otro, actualmente estamos muy unidas simplemente por el pensamiento que puedo perderla, y nos cuidamos y reñimos mutuamente como madre e hija inseparables.

Sobre la forma de ver la vida. ¿Valoras ahora cosas que antes no prestabas ninguna atención?

Sí. Estoy muy sensible a toda enfermedad y persona enferma. Además, intento ver la suerte que tengo por estar bien y que mi madre siga conmigo.

¿Cuál es el mayor apoyo para ti? ¿En qué/quién te refugias cuando sientes que la enfermedad azota con fuerza?

Realmente me apoyo en mi madre a la hora de buscar un abrazo o un beso, como si   me la fueran a  robar. Por otro lado, debido a que no quiero hundirla en ese aspecto, pues para ella es muy duro, como es normal, mis principales apoyos son mi pareja y  mi mejor amiga (es prácticamente mi hermana y mi madre casi la suya).

¿Qué reivindicación te gustaría hacer a los diferentes agentes sociales e institucionales?

Simplemente un por favor y un reclamo a la investigación y la empatía. Las empresas farmacéuticas son muy nocivas en muchos aspectos con los enfermos y las enfermedades. No solo en cáncer de ovario, sino en toda enfermedad de estas características se necesita de la investigación para salvar a miles de personas. Hablamos de PERSONAS. No es cuestión de dar pena, es cuestión de avanzar por un futuro y una vida.

 

 

 

 

 

 

 

ANA CRESPO: «Hoy me siento más viva que nunca»

¿Cómo te diagnosticaron el cáncer?

En mayo de 2014 comenzaron las primeras molestias abdominales, al acudir al médico de cabecera, ésta me recetó un fármaco para los gases, la situación no remitía y poco a poco mi abdomen fue hinchándose causado por una ascitis (líquido suelto intra abdominal), acudí a urgencias del hospital, allí tras hacerme exploración y placas, me mandaron a casa, diagnosticando que eran ‘nervios’ y ‘estrés post vacacional’. Supongo que debido a mi corta edad (30 años), descartaron cualquier otro posible diagnóstico. No conforme con el diagnóstico recibido, consulté una segunda opinión en otro hospital, donde me diagnósticaron ‘quiste funcional’ en el ovario derecho, y el líquido que había generado mi cuerpo lo iría absorbiendo a lo largo de 2 o 3 meses. Finalmente, con una hinchazón abdominal que en lugar de remitir, aumentaba cada vez más imposibilitándome la capacidad de ingerir ni siquiera agua, volví al hospital y allí tras vaciarme 8 litros de volumen (entre aire y líquido), me dejaron ingresada.

El 13 de Septiembre de 2014, me diagnostican por fin, ‘Cáncer de Ovario’.

¿Cómo te encuentras ahora?

Tras tres intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, 6 sesiones de quimioterapia y la necesidad imperiosa de poner mi vida en orden, hoy puedo decir que me siento más viva que nunca. Me encuentro clínicamente bien. Aprendiendo a vivir a mis 30 años con la tediosa menopausia y sus efectos, y disfrutando cada segundo de mi nueva vida.

 ¿Cuál es la canción que te anima, que te motiva, que te da fuerzas cuando acecha el fantasma del cáncer?

‘A cualquier otra parte’ de Dorian.

¿Qué libro recomendarías a cualquier afectada por cáncer de ovario?

Durante los primeros meses me resultó imposible leer hasta el prospecto de los medicamentos, mi cabeza estaba completamente bloqueada. Luego el cuerpo te va pidiendo que recicles tus ideas y pensamientos. A mi me vino muy bien leer novela romántica para distraerme, y ahora con la mente más asentada, busco como mejorar mi calidad de vida. Estoy con “Luna Roja” de Miranda Gray y “Las voces del desierto” de Marlo Morgan. Ambas describen un proceso de cambio y aceptación íntima y personal.

 ¿ Qué reivindicación harías a las instituciones públicas?

 

–       Información:

Como dice mi compañera y amiga Paloma, ‘poner sobre la pista’ los síntomas de esta enfermedad, especialmente en Atención Primaria y Servicios de Urgencias de los hospitales.

–       Modificación relación médico-paciente:

Cada vez más, somos pacientes ACTIVOS, y esto conlleva modificar el paternalismo médico. Escuchar a las pacientes durante la exploración ayuda a prevenir gastos innecesarios de servicios (en mi caso, fármaco anti gases y prueba de embarazo).

–       Individualizar tratamientos:

Tratar a cada paciente como un individuo único y no como un número para aumentar la estadística. En mi caso, he roto las estadísticas mil veces, empezando por la edad que tengo que no está asociada con el tipo de cáncer diagnósticado hasta los últimos resultados de imagen.

–       Replanteamiento del paradigma de evaluación y diagnóstico:

Replanteamiento de las técnicas utilizadas por los oncólogos para la detección del patógeno: los marcadores del c125 se ha demostrado que carece de validez suficiente como diagnóstico (mi caso un ejemplo), y no recortar las pruebas de imagen, sobre todo la del PET-TAC que es la única manera hasta ahora conocida y reconocida de detectar con la mayor fiabilidad si existen células cancerosas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ENTREVISTA A PAZ FERRERO, PRESIDENTA DE ASACO

Tras un intenso año, ha llegado el gran día.  Tercer año consecutivo en el que ASACO se suma a la celebración del Día Mundial del Cáncer de Ovario.  ¿Qué valoración haces, como Presidenta de ASACO 365 días después? ¿Podemos decir que ha habido avances en España?

Es cierto, las hojas del calendario ya se han vuelto a repetir un año más. Este es nuestro tercer Día Mundial del Cáncer de Ovario. Esta iniciativa  se ha ido afianzando y hoy forma parte definitiva en nuestra agenda. Debido a la dedicación de este día, el 8 de mayo es el momento del año en el que la sociedad escucha con más atención nuestro mensaje. A pesar de que nos queda una sensación de “déjà vu”, somos muy conscientes de que los eventos alrededor de este día mundial nos ofrecen la oportunidad de llegar a todos con nuestro mensaje: “Una voz por todas”. Una voz que une a las pacientes y afectados por el cáncer de ovario y que nos recuerda la necesidad de seguir trabajando para mejorar la calidad de vida de las pacientes y familiares. Y sobre todo, para llamar la atención de las mujeres ante una enfermedad que, en el caso de detectarse en sus estadios precoces, posee unas tasas de supervivencia elevadas. Nuestra voz no se apagará hasta hacer posible un método de diagnóstico precoz, hasta que todas las pacientes puedan acceder a los equipos médicos especializados en cáncer de ovario, y hasta que los nuevos medicamentos y tratamientos lleguen de forma igualitaria en todo el territorio. Los avances son reales y, aunque tímidos en todos estos aspectos, nos permiten mirar con esperanza al siguiente día mundial.

Sin embargo, no me cabe duda de que en un día tan señalado, ASACO tiene todavía muchas reivindicaciones que hacer. Adelante.

Efectivamente. El objetivo final de ASACO es la curación del cáncer de ovario. Pero mientras esto llega, con los pies puestos en la tierra deseamos ir construyendo, piedra a piedra, el camino hacia la formación de equipos multidisciplinares en los hospitales de referencia para el tratamiento del cáncer de ovario. Sabemos, porque lo dicen los datos, que la esperanza de vida aumenta si la cirugía que suele seguir al diagnóstico se hace de forma óptima. Y sabemos también que esta condición requiere una especialización en esta patología. Por ello animamos a los equipos hospitalarios a convertirse en expertos certificados por los organismos internacionales y a ser referentes para la remisión de los casos de cáncer de ovario de su área de influencia.  Reivindicamos nuestro pequeño espacio en la agenda de las autoridades sanitarias. Conocemos el valor de una mujer, y cómo esa fuerza de vida y de estímulo, puede malograrse ante un diagnóstico tardío o un tratamiento no optimizado.

 Investigación, concienciación, visibilidad… ¿Cuáles son los proyectos estrella de ASACO?

ASACO tiene tantos proyectos como pacientes de cáncer de ovario. Son proyectos vitales en los que nuestras socias se involucran para enfrentarse a la enfermedad. Desde ASACO nos hacemos eco de cada uno de ellos: concienciación, visibilidad, atención a las pacientes y a su entorno familiar y social, y sobre todo investigación. La llave del diagnóstico precoz y de la curación del cáncer de ovario la tienen esos investigadores básicos que analizan los resultados de sus ensayos en laboratorios de todo el mundo. Una investigación básica, mucho más barata que la imprescindible investigación clínica, puede verse reforzada por nuestra voz. Deseamos poner en la mente de todos estos investigadores la esperanza de las pacientes y la confianza que tenemos en que su labor tendrá una recompensa para toda la sociedad.

Este año además, tenemos un auténtico proyecto “estrella”. La Fundación “la Caixa” ha puesto en nuestras manos la oportunidad de ofrecer a todas las pacientes de cáncer ginecológico atención psico-oncológica,  física y asistencia social.  El resultado de este proyecto han sido aproximadamente 400 sesiones de asistencia y atención a pacientes. Todas estas personas han tenido la oportunidad de sentirse acompañadas.

En el transcurso de este año, ASACO se ha expandido y ha creado grupos de apoyo en diferentes comunidades. ¿Podría darnos alguna pincelada acerca de esta cuestión?

 ASACO cumplirá 4 años el próximo noviembre. Durante este tiempo hemos ido afianzando nuestras actividades y campañas, convirtiéndonos en referente estatal para las pacientes de cáncer de ovario. A la vez, hemos generado grupos de apoyo a pacientes en diversos territorios. Nuestro objetivo es llevar la atención y la ayuda a todos los rincones de la geografía. Esto es posible gracias a las presentaciones de ASACO que vamos realizado paulatinamente por toda España. Además, en aquellos lugares en donde estos grupos de apoyo se han consolidado hemos tenido la fortuna de contar con personas excepcionales que desean hacer llegar todas las campañas de ASACO en su ámbito territorial. Por ello, se van fortaleciendo estos grupos de apoyo, asumiendo de forma natural los fines y objetivos de nuestra asociación y haciendo posible que “una voz por todas” resuene armoniosa y acorde en todos los rincones del estado.

El lema escogido para la ocasión es “Una voz por todas”: ¿Qué esconde esta frase? ¿Qué quiere transmitir la comunidad mundial a la sociedad?

 “Una voz por todas” intrínsecamente contiene “esta es la voz definitiva para que se oiga hablar del cáncer de ovario a favor de las pacientes” es una frase de reivindicación y de firmeza. Una voz de mujer que conoce su cuerpo y lo escucha. Y una voz que dice de forma asertiva y con seguridad que una paciente de cáncer de ovario merece ser tratada en las mejores condiciones posibles. Una voz que no se cansará de repetir, en nombre de todas las mujeres, que el valor de la vida no disminuye con el cáncer, sino que se afianza y aumenta.

Para finalizar, ¿crees que el “caso Angelina Jolie” puede servir para concienciar y dar a conocer a la sociedad la enfermedad?

Angelina Jolie ha despertado a la sociedad con una decisión meditada y responsable, tomada de forma libre e informada. Ella se ha convertido en un ejemplo de cómo los avances médicos permiten sortear el destino. Dentro de la inmensa lotería de la vida y la salud, Angelina se ha desecho de un montón de papeletas que le podrían costar sufrimiento y bienestar.  Hoy por hoy contamos con los medios tecnológicos para conocer las probabilidades de nuestro futuro. El consejo genético y las pruebas genéticas pueden ayudarnos a nosotros y a nuestras familias a tomar decisiones que afectan a nuestra vida de forma positiva. Su caso nos ha puesto frente a nosotros mismos y desde ASACO recordamos a las mujeres que el conocerse a sí misma permite enfrentarte con mejores perspectivas a la aventura de la vida.

«Con todo el ánimo y las ganas de salir adelante» Fátima Sortillón.

 

Todo comenzó un 24 de febrero…Un 24 de febrero del año pasado cuando fui intervenida quirúrgicamente para hacerme un ligamento de trompas. No quería volverme a quedar embarazada, pues ya tenía dos hijos varones de 15 y 9 años.

 

Fátima 2

 

Fue una bendición de Dios, pues fue en ese momento cuando me encontraron en mis dos ovarios tumores; me dejaron hospitalizada y después de varios estudios y análisis…Fui diagnosticada: cáncer de ovario en tercer estadio y metástasis en el colon.

Fátima 1

Tres días después de esa primera cirugía me intervinieron de nuevo para su extirpación. Esta vez me atendió una ginecólogo-oncóloga, a lo que siguieron los tratamientos: 8 quimioterapias y una cirugía más donde me retiraron el ovario derecho y la matriz.

A pesar de la dureza del tratamiento, mi cuerpo reaccionó favorablemente a las quimios ya que las células en el intestino habían desaparecido y no tuvieron que cortarme intestino.

Ahora estoy en proceso de recuperación y observación con todo lo que ello conlleva, pero gracias a Dios….¡Con todo el ánimo y las ganas de salir adelante y vivir muchos años mas!