Divulgación Científica

Otros CÁNCERES GINECOLÓGICOS

En enero 2016, ASACO abrió sus puertas a todos los Cánceres Ginecológicos. Aquí encontraréis información sobre los siguientes tipos de cáncer:

Lazo útero endometrio   ÚTERO – ENDOMETRIO

Lazo cérvix   CERVIX

Lazo vagina Lazo vulva   VAGINA Y VULVA

 

Guía de cuidados a pacientes en Oncología Radioterápica:

Grupo Medicina

http://www.seor.es/wp-content/uploads/Tumores-ginecol%C3%B3gicos.-Medicos.pdf

Grupo Enfermería SEOR

http://www.seor.es/wp-content/uploads/CANCER-GINECOLOGICO-tratamientos-y-cuidados.pdf

ASACO en la web SEOR:

http://www.seor.es/enlaces/asociaciones-de-pacientes/

 

También podéis ver esta página en nuestro blog si queréis dejar algún comentario.

 

Gracias al doctor Lucas Minig por facilitarnos esta información.

El síndrome de Lynch y el cáncer de ovario (II)

El diagnóstico del síndrome de Lynch es un reto en la práctica clínica, dado que en muchas ocasiones, requiere un alto grado de sospecha clínica. A pesar que solamente representa un 2-3% de todos los casos de CCR, la elevada incidencia de este tumor hace que alrededor de 500 individuos desarrollen un CCR a consecuencia de este síndrome. Así, en la Clínica d’Alt Risc de Cáncer Colorrectal (CAR-CCR) del Hospital Clínico de Barcelona se han diagnosticado desde el año  2006 alrededor de 60 familias con síndrome de Lynch.

El manejo de estas familias requiere una aproximación multidisciplinar coordinada, incluyendo un adecuado consejo genético, recomendación en relación al seguimiento endoscópico, y una evaluación psicológica adecuada, dada las consecuencias del diagnóstico de una enfermedad genética (desesperanza, temor, dudas sobre el riesgo de desarrollar un cáncer, posibilidad de transmisión a la descendencia, etc.). Es por esta razón que desde el equipo de la CAR-CCR, se iniciaron en el año 2011 unas sesiones informativas-educativas orientadas a aquellas familias diagnosticadas de este síndrome. El objetivo general de estas sesiones era mejorar el conocimiento del síndrome de Lynch y las posibilidades de prevención por parte de las familias atendidas en la unidad, ofrecer a los pacientes con  síndrome de Lynch la posibilidad de conocerse mutuamente erradicando la sensación de “estar solos” y fomentar la creación de una asociación de enfermos con síndrome de Lynch que se materializó el mes de noviembre del año 2012 con el nombre de AFALynch, Asociación de Familias Afectadas por el Síndrome de Lynch.

AFALynch, Asociación de Familias con Síndrome de Lynch se constituye a mediados del año 2012 y es presentada en el trascurso de la I Jornada de Familias con síndrome de Lynch, de la mano de los organizadores del evento, el Dr. Francesc Balaguer y la Dra. Judith Balmaña del Hospital Clínic y Vall de Hebrón, respectivamente.

La creación de una asociación de pacientes con síndrome de Lynch en nuestro país podría contribuir a la difusión, en la población general, del conocimiento de este síndrome y por lo tanto a incidir sobre la supervivencia de estos pacientes.

Objetivos de AFALynch:

1. Contribuir al desarrollo sobre la investigación sobre  Síndrome de Lynch. 2. Difundir los resultados de esta investigación 3. Contribuir a minimizar el impacto psicológico tanto en el momento de recibir el diagnóstico como a lo largo de la vida del afectado favoreciendo la creación y/o especialización de profesionales de la salud competentes en test campo. 4. Promover políticas de promoción de la prevención, seguimiento regular y sistemático de pacientes y dar a conocer la posibilidad de los diferentes tratamientos. 5.  Dar soporte a las familias, informarlos y poder ofrecerles asesoramiento a través de profesionales especializados en este síndrome. 6. Desarrollar acciones alrededor de la sociedad y de las instituciones con la finalidad de sensibilizar a la población y a los profesionales de la salud para mejorar el conocimiento de este síndrome.

 

FUENTE: María Ricart, Presidenta de la Asociación de Familias Afectadas por el Síndrome de Lynch 

El Síndrome de Lynch y el cáncer de ovario(I)

El síndrome de Lynch es la variante más común de cáncer colorrectal (CCR) hereditario, justificando alrededor de un 1-3% de todos los casos de CCR. Este síndrome autosómico dominante se caracteriza por una predisposición al desarrollo fundamentalmente de CCR, cáncer de endometrio y cáncer de ovario. En menor frecuencia, pueden aparecer otras neoplasias: estómago, vía biliar, intestino delgado, páncreas, SNC (síndrome de Turcot), uréter y pelvis renal, y piel (síndrome de MuirTorre).

El síndrome de Lynch está causado por una alteración o cambio en la información genética (mutación) que se puede heredar o transmitir a la descendencia, en uno de los genes reparadores del ADN llamados MLH1, MSH2, MSH6 y PMS2. Se trata de una enfermedad hereditaria autosómica dominante, lo que significa que el paciente portador de la mutación tiene el 50% de probabilidades de transmitir la enfermedad a la descendencia. Los familiares de segundo grado (abuelos, tíos, nietos) tienen un riesgo del 25% de ser portadores de la mutación familiar.

Los principales beneficios de conocer la mutación causante del síndrome son: 1) la posibilidad de realizar medidas de prevención para evitar la aparición de un cáncer o detectarlo de forma precoz, y 2) permitir diagnosticar qué miembros de la familia son portadores de la mutación mediante una muestra de sangre y un estudio genético a partir de los 18 años y, por tanto, centrar las medidas de prevención en aquellos que son portadores.

La penetrancia (casos con CCR en relación a los casos totales con mutación)  del CCR es del 60-80%, aproximadamente. Las estrategias preventivas en el síndrome de Lynch van orientadas a disminuir la incidencia y mortalidad de las principales neoplasias asociadas al síndrome (principalmente CCR y cáncer de endometrio) e incluyen el análisis molecular de los tumores, el análisis genético, el cribado endoscópico del CCR, el cribado de las neoplasias asociadas, la cirugía profiláctica y la vigilancia de la población afectada.

Cribado de cáncer colorrectal

En el caso del CCR se recomienda la realización de una colonoscopia a partir de los 20-25 años con una periodicidad de 1-2 años.

En relación a la prevención del CCR en el síndrome de Lynch, existe evidencia sólida que indica que la realización de colonoscopias con la periodicidad mencionada permite la extirpación de pólipos pre-malignos, y disminuye la incidencia de CCR y la mortalidad en un 60%.

Así, la falta de adherencia al programa endoscópico se asocia a la aparición de un CCR con más frecuencia y a un aumento de la mortalidad.

Cribado de cáncer de endometrio y de ovario

En relación al cáncer de endometrio la estrategia de cribado consiste en una ecografía ginecológica transvaginal (se trata de la introducción de una sonda-transductor-a través de la vagina para examinar el útero, los ovarios y el cuello del útero), una biopsia de endometrio (consiste en la toma de una muestra de tejido del interior del útero), y la determinación sanguínea del marcador tumoral CA-125 a partir de los 30/35 años (o 10 años antes del caso más joven), con una periodicidad de 1-2 años. Dada la falta de suficiente evidencia sobre la eficacia de estas pruebas de cribado en el momento actual, el manejo quirúrgico parece razonable en aquellas mujeres que hayan cumplido el deseo gestacional. En aquellas mujeres que aún no hayan cumplido este deseo, se recomienda la estrategia de cribado mencionada.

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Cribado de otros cánceres asociados al síndrome

Aunque el colon y el útero son los órganos frecuentemente afectados en el síndrome de Lynch, pueden aparecer tumores en otras localizaciones.

Cribado de cáncer de estómago 

La probabilidad de desarrollar un cáncer gástrico a lo largo de la vida es del 8% en hombres y del 5% en mujeres. Aunque no hay suficiente evidencia que apoye su realización, esta probabilidad de presentación hace recomendable realizar una gastroscopia a partir de los 30-35 años con una periodicidad de 1-2 años.

 

FUENTE: María Ricart, Presidenta de la Asociación de Familias Afectadas por el Síndrome de Lynch 

Cómo sobrellevar los problemas sexuales

Fuente: American Cancer Society

Cuando en un principio piense retomar su actividad sexual, puede que tema al dolor o que nunca vuelva a tener un orgasmo. Puede que las primeras sesiones del acto sexual no resulten como esperaba. Pero justo como aprendió a disfrutar del sexo al comenzar a ser sexualmente activa en su vida, también puede aprender a sentir placer sexual tras el tratamiento contra el cáncer. Antes de un diagnóstico de cáncer, a menudo la gente se percata de que su vida sexual no es la ideal y proceden a cambiar sus prácticas sexuales. Procure aprovechar al máximo esta oportunidad para ver su vida sexual bajo una nueva perspectiva y adoptar cambios.

Puede que las regiones genitales más sensibles al tacto hayan cambiado algo, o quizá la sensación al tacto en estas regiones causaba placer antes del cáncer, y tras el tratamiento ahora sea doloroso. Podría ser que ahora su posición favorita para el coito haya cambiado. Si la vagina o vulva han sido afectadas por la cirugía, se necesita tiempo para acostumbrarse a las nuevas sensaciones que tendrá durante las relaciones sexuales.

A continuación se repasan algunos de los cambios más comunes y lo que se puede hacer para tratarlos.

Resequedad vaginal

Lubricantes

Los tratamientos contra el cáncer a menudo reducen la capacidad lubricante que la vagina produce durante la excitación. Puede que se requiera de lubricación adicional para hacer que el coito no resulte incómodo. En caso de utilizar un lubricante vaginal, escoja un gel con base de agua sin fragancias, colores, espermicidas o sabores añadidos, ya que estos químicos podrían resultar irritantes en los tejidos delicados de la región genital. Los lubricantes por lo general pueden encontrarse en donde suelen estar los productos para la higiene femenina o anticonceptivos en las farmacias y supermercados. Tenga en cuenta que algunos de los productos lubricantes más recientes incluyen extractos de hierbas (como aloe o lavanda), los cuales puede que sean irritantes o produzcan reacciones alérgicas en algunas personas. Además, los geles que hacen que la piel se caliente pueden producir ardor en otras personas. Asegúrese de leer las etiquetas y consulte a su enfermera, doctor o farmacéutico si tiene preguntas al respecto.

Las jaleas con base de petróleo (Vaselina ), cremas comunes para la piel y otros lubricantes con base de aceite no son buenas alternativas para la lubricación vaginal. En algunas mujeres, puede que estos productos incrementen el riesgo de alguna infección vaginal. Si se usan condones de látex, puede que éstos se dañen con el uso de cremas y productos a base de vaselina. Además, esté atenta de los condones y geles que contengan nonoxinol-9 (N-9). El N-9 es un espermicida (agente anticonceptivo que mata los espermatozoides), pero puede ser irritante para la vagina, especialmente si hay fragilidad o resequedad en los tejidos.

Antes del coito, hay que aplicar algo de lubricante alrededor y dentro de la entrada vaginal. Luego se unta algo del lubricante en el pene de la pareja, dedos o elemento de inserción. Esto será útil para llevar el lubricante hacia adentro de la vagina. Muchas parejas incorporan esta práctica como parte del jugueteo sexual previo al coito. Si la penetración vaginal dura más de unos cuantos minutos, puede que se quiera tomar una pausa para aplicar más lubricante. Incluso si se utilizan los humectantes vaginales por algunos días, lo mejor es utilizar el lubricante antes y durante el acto sexual.

Humectantes vaginales

Conforme la mujer envejece, la vagina puede perder naturalmente su humectación y elasticidad (capacidad para estirarse y moverse con comodidad). Los tratamientos contra el cáncer, así como la cirugía que se realiza para reducir el riesgo de la enfermedad (como la extirpación ovárica) pueden acelerar estos cambios. Los humectantes vaginales son productos sin hormonas diseñados para usarse varias veces a la semana que mejoran la salud y comodidad vaginal en general. Es posible adquirir estos productos sin necesidad de receta médica. La salud vaginal no es solamente importante para la actividad sexual, sino para la comodidad durante la realización de los exámenes ginecológicos.

Los humectantes vaginales están diseñados para ayudar a que la vagina se humedezca y mantenga un balance acídico (pH) más normal por hasta dos o tres días. Los humectantes vaginales son de aplicación nocturna para una mejor absorción durante las horas de sueño. Es importante mencionar que no es inusual que una mujer que haya tenido cáncer requiera usar humectantes de 3 a 5 veces por semana. Los humectantes vaginales son distintos a los lubricantes, pues son de mayor duración y no están diseñados para la actividad sexual. Las cápsulas de vitamina E también pueden ser usadas como un humectante vaginal. Use una aguja limpia para hacer un pequeño orificio en la cápsula y coloque ya sea todo el contenido de ésta en la vagina, o en la yema de sus dedos para luego untarlo en su vagina. Tenga en cuenta que la vitamina E puede manchar la ropa interior.

Estrógenos vaginales

La terapia tópica o sistémica de estrógenos conforma una opción de tratamiento para la mayoría de las mujeres post-menopáusicas que presentan atrofia vaginal (cuando las paredes vaginales se adelgazan y pierden elasticidad). Pero los tratamientos hormonales pueden ser un asunto complicado ante un caso de cáncer para muchas mujeres y proveedores de atención médica.

Muchas mujeres se benefician de las hormonas vaginales que se aplican localmente para combatir la resequedad. Estas hormonas son aplicadas y absorbidas en el área genital, en lugar de que se ingieran oralmente. Vienen en forma de geles, cremas, argollas o tabletas. La mayoría se introducen por la vagina, aunque algunas cremas pueden aplicarse a la región de la vulva. Las hormonas vaginales de uso local deben ser recetadas por un médico y se debe consultar primero al oncólogo sobre su uso.

 

 

 

 

 

El Hospital General Universitario de Elche aplica la técnica de cirugía citorreductora y la administración de quimioterapia por vía intraperitoneal hipertémica (HIPEC)

Esta fórmula para tratar la carcinomatosis peritoneal consiste en una cirugía radical y ayuda a eliminar toda la carga tumoral visible, y se combina con la quimioterapia locorregional en la misma intervención. Ello permite que el fármaco alcance concentraciones muy superiores en el peritoneo y en los implantes y sea más citotóxica.

El tratamiento tradicional, basado en la quimioterapia sistémica por vía intravenosa y con carácter paliativo,  tenía un acceso limitado a la cavidad peritoneal. No obstante, no debe confundirse la quimioterapia intraperitoneal términa (HIPEC), mucho más agresiva pero con buenos resultados en cáncer de colon, con la quimioterapia intraperitoneal (IP), con resultados probados positivos en superviviencia para tratar el cáncer de ovario avanzado, según la revista Gynecologic Oncology.

El de Elche es el cuarto hospital público en el que se aplica esta técnica dentro de la Comunidad valenciana, y atiende a pacientes tanto de Elche como también de Elda; para ello, el Hospital ha creado la Unidad Multidisciplinar de Carcinomatosis (UMCA), compuesta por especialistas de diferentes servicios como son Anatomía Patológica, Anestesiología y Reanimación, Cirugía General y Digestiva, Farmacia, Ginecología, Oncología Médica, Radiología y Urología. Además, en ella se integra también la Supervisión de Enfermería de Quirófano y de Reanimación, lo que proporciona un tratamiento personalizado de cada caso.

Fuentes de información:

http://www.lasprovincias.es/elche/201412/28/general-elche-trata-cinco-20141228175407.html

Prognostic factors for stage III epithelial ovarian cancer treated with intraperitoneal chemotherapy: A Gynecologic Oncology Group study” (Gynecologic Oncology 130, 12–18, 2013).

Revista de prensa septiembre 2014

  1. Mapas de riesgo de padecer cáncer en España 1989-2008
  2. Nuevo tratamiento para cáncer de ovario resistente (inglés)
  3. Nuevo medicamento para cáncer de ovario en fase de ensayo clínico: Olaparib
  4. Práctica e Investigación en Ginecología Oncológica (inglés)
  5. Cérvix: «Different strategies of treatment for uterine cervical carcinoma stage IB2-IIB”, por Lucas Minig, María Guadalupe Patrono, Nuria Romero, Juan Francisco Rodríguez Moreno and Jesús Garcia-Donas.Publicado en World Journal Clinical Oncology. 2014 May 10; 5(2): 86-92.

Revista de prensa agosto 2014